miércoles, 2 de enero de 2013

Salud, Dinero, Amor y Trabajo

Salud, Dinero, Amor y Trabajo
(Los cinco minutos del día)

 
En las vísperas de cada año nuevo, muchísimas personas de todos los sexos, edades, estratos sociales, creencias religiosas e inclusive niveles académicos, acuden fervientemente a los amuletos, talismanes, ropa, rezos, conjuros, pócimas, aceites, velas y fragancias, para que el próximo año les traiga principalmente “Salud, Dinero, Amor y Trabajo”, tradicionalmente, en el Distrito Federal el mercado de Sonora se satura de creyentes que gastan un pequeño capital con la esperanza de mejorar su vida; la mayoría es presa de un rito que, según les dijeron, va a traerles “suerte”.
 
La humanidad siempre ha querido saber que le depara el destino, por lo que las lecturas de cartas, del café, de los huesos y la de mano, resultan indispensables en estas épocas, pero eso no es algo nuevo, en la historia han existido adivinadores que con habilidad –más en la conducta personal- que en cosas futuras, te dicen: “tendrás conflictos en tu trabajo con personas de poder”; “Una persona muy querida, tendrá problemas de salud, que sino se atiende pueden agravarse”; “Habrá la oportunidad de un negocio o promoción en el trabajo”; “Esa persona a la que amas, se podría ir de tu lado, cuídate de los que te rodean, porque les tienen envidia”; “a mediados del año podrás hacer un viaje”, entonces para evitar tener conflictos en el trabajo, no desperdiciar las oportunidades de negocio, por supuesto que no perder a la persona amada y, poder ir de viaje a mediados del año, es necesario una buena limpia con pirul, huevo y copal, y poner tres velas rojas a algún santo, para que todo lo que venga en mi camino sea otorgado, "según la voluntad de dios", ¡hazme el favor! ¿Quién en su sano juicio se opondría a la voluntad de dios? Y además, ya está escrito por dios.
 
No me imagino a Shakira en tanga roja, con el fin de tener una mejor vida sentimental en el año próximo, en cuyo caso quien debió haberla usado –sospecho- fue su pareja, para poder conseguirse ese forro de novia; no me imagino al Presidente Peña Nieto, barriendo a las meras 00:00 del 2013 la residencia oficial de los Pinos, para ahuyentar las malas vibras; menos me imaginó a Mario Vargas Llosa, el 1 de enero dándole un vuelta a la manzana de su casa, con maletas, portafolio y neceser para que el año venidero traiga más viajes.
 
No me cabe en la mente pensar que Josefina Vázquez Mota, le atribuya su fracaso electoral del 2012, al hecho de no haber prendido la vela amarilla el mismísimo 31 de diciembre de 2011; seria de risa pensar que en los vestidores del Cruz Azul, el director técnico les reclame a sus pupilos que no obtuvieron el campeonato, porque no se comieron las doce uvas al momento de las doce campanadas que dieron inicio al 2012.
 
Thomas Jefferson, dijo “Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo.”, y creo que tiene razón, la suerte es, en esencia, producto del trabajo, del esfuerzo, la dedicación y el amor que le ponemos a las cosas, estar esperanzado a que el talismán, amuleto o brebaje haga las cosas por nosotros es por demás ilógico.
 
Existen miles de libros que hablan del éxito y cómo obtenerlo, también hay diversos autores que han escrito sobre el éxito o como lograr las metas, en este punto debes detenerte y pensar. Tú al igual que todos los demás, tenemos algunos propósitos, algunos muy personales, otros profesionales, laborales e inclusive espirituales, pues bien, identifica cuáles son tus metas, clasifícalas y te darás cuenta que cada uno de tus objetivos requiere que lo abordes de distinta manera, así que no es lo mismo querer ser mejor en tus relaciones personales, que obtener un ascenso en tu trabajo, titularte o consagrar más tiempo a Dios, te darás cuenta que cada meta u objetivo requiere siempre lo mismo, trabajo, dedicación y amor por lo que haces.
 
Si llegaste hasta aquí, y tienes ese deseo natural de rebatir por tus creencias, y estás ¡muy molesto! por lo que has leído, y no porque el 31 de diciembre te pusiste calzones rojos que estaban nuevos, pero que eran incomodísimos porque te los regalaron chicos, Elbert Hubbard dijo: "Todo hombre es un perfecto estúpido cinco minutos por día cuando menos. La sabiduría consiste en no pasarse de este límite". Dejemos a un lado todas esas supersticiones y pongámonos el amuleto de la buena voluntad, el talismán del trabajo, prendamos una vela al amor, oremos y demos gracias porque durante un año tuvimos algo que comer, porque en el año que término tuvimos problemas en el trabajo y los superamos, porque tuvimos salud, fuerza y voluntad.
 
Bueno, entonces hagamos un propósito –tal vez el único-, que este año todo lo bueno que obtengan será producto de mi trabajo, dedicación, empeño y amor que le puse a las cosas, y no por la vela que encendí o por la pata de conejo, si encuentro el amor de vida, es porque soy irresistible y, no por los calzones rojos chiquitos que me puse el 31 de diciembre; y cuando las cosas no están en este mundo como yo las había planeado, pensemos que tenemos otra oportunidad para volverlas hacer.
 
- Están dos compadres de pesca en la laguna de Chápala, cuando después de varias horas de esperar a que picaran los peces, sin haber tenido suerte, ven a una señora de avanzada edad que fatigada no encuentra en donde poner tantos pescados, a lo que uno de los compadres pregunta: ¿señora, señora? Cómo hace para pescar tantos.
 
La anciana contesta: en la mañana cuando me levanto para venir a pescar levanto la sabana y observo el miembro de mi esposo, si está sobre el lado izquierdo lanzo el anzuelo sobre el lado izquierdo, y si está sobre el lado derecho lanzo sobre el lado derecho, y pregunta el compadre ¿y si esta erecto? ese día no vengo a pescar mijito. – Así de sencillo.
 
Rubén García Contreras

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